En nuestro imaginario solo las mujeres de antes eran las sumisas que lo daban todo primero a sus hijos, su casa, su esposo, en fin, a medio mundo antes que ellas, pero hay una razón preocupante que tiene a las mujeres estresadas, cansadas y deprimidas como parte de un fenómeno que va en aumento a causa de la pandemia.
Se trata de mujeres que han alcanzado libertades gracias a quienes levantaron la voz por ellas tiempo atrás, aunque no por eso dejaron de cumplir con otros roles, al contrario, les exigimos más y más.
Dicho lo anterior, Querétaro y el mundo entero atraviesa una coyuntura muy importante que revela una disparidad ante el replanteamiento en la modalidad de trabajo y esto, se refleja con ansiedad, fatiga, depresión, estrés, y demás palabras comunes entre las mujeres trabajadoras, amas de casa, emprendedoras...de hoy.
El home office y el aislamiento han afectado a la sociedad en general mostrándonos lo frágiles que podemos llegar a ser mentalmente y como organismo social, cuestión que afecta directamente a las jefas de su hogar al tener que poner en balance el éxito personal, la educación, o sus sueños sin que esto signifique descuidar a sus hijos.
Ser mamá jefa de hogar en tiempos de pandemia es un fenómeno en aumento que ha rebasado a la teorización puesto que, no hablamos de familias incompletas ni familias rotas; se trata más bien de verdaderas familias y valientes por tomar la decisión de ser diferentes, que han atravesado diversas pruebas de aspecto social, económico, laboral y de rol.
La estructura familiar no determina el tipo de problemas, mantener el status quo con violencia, sí. En algunas partes del mundo se trata de un sector pequeño o una minoría, pero en Querétaro es una realidad y estamos a tiempo de mejorarla.
De igual forma el trabajo en casa ha sido difícil para todos pues separar el trabajo del descanso resulta complicado; pero la mujer vive preocupada por poder cumplir de la misma forma que sus compañerxs, le resulta desventajoso y le agobia que en el trabajo le vayan a descontar y entonces, se pone al día mientras su hijo duerme porque también le preocupa ser una buena madre.
Es necesario que las madres de familia concilien sus deberes como éxitos, que se sientan comprendidas en lugar de tener responsabilidades infinitas, que identifiquen y alcancen sus sueños, que se sientan apoyadas e impulsadas, jamás subestimadas.
El 77.7% de las actividades domésticas recaen en la mujer lo que se traduce a que después de una jornada laboral titánica hay que llegar a dar de comer, bañar al niño, preparar el día siguiente, barrer, trapear…
Esta amplia gama de situaciones ante una problemática hace que sea más difícil ofrecer una solución, sin embargo, propongo focus grups para tener un acercamiento y apertura de las participantes entendiendo su percepción de la realidad, sus emociones y su sentir.
Así, todo apunta a que la estructura familiar no determina la existencia de conflictos familiares ni tiene una repercusión relevante en la sociabilidad del niño.
Es necesario cambiar el imaginario de que una mujer es sinónimo de riesgo o vulnerabilidad, por el de una imagen donde el rol que cumple la hace valiente y puede continuar preparándose para el éxito y es capaz de ponerse en primer lugar antes que todos, esto como estrategia de autorrealización.
@jannethdzcolin
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