Desde que se dio a conocer el primer contagio por Covid-19 el 1 de diciembre de 2019 y se declarara pandemia el 11 de marzo de 2020, el mundo entero pasó a semáforo rojo.
Como si se tratase de un libro de ciencia ficción, comenzamos a llamarlo “la nueva normalidad”.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que,
“la pandemia del coronavirus puede llegar a agravar los factores de riesgo de tomar esta decisión, por lo que invitó a las personas a hablar del tema de manera abierta y responsable, a permanecer en contacto durante los periodos de distanciamiento físico y a conocer las señales de alerta para prevenirlo”.
Dicha Organización dio a conocer que se muestra un alarmante aumento en angustia, ansiedad y depresión. Además, de que la violencia acrecentó.
Parece importante recordar al primer teórico social que habló e hizo un estudio sobre el tema del suicidio, identificándolo como un hecho social, ya que se entiende que muchas personas están llevando a cabo esta práctica.
Por ello, estamos ante “una situación patológica de integración o regulación”, es decir, un problema social.
Lo social influye en los individuos y lo social influye en lo individuos de manera coercitiva, razón por la que se pueden identificar cuatro tipos de suicidios, señalados por Émile Durkheim en 1841, pero que, resulta ser de mucha actualidad.
Para el sociólogo francés, Émile Durkheim, hay un hecho social de desánimo, de desorientación y tristeza que, evidentemente va a influir en la práctica del suicidio. Se trata de un hecho social que penetra en las conciencias individuales.
Un hecho social, término acuñado por el mismo teórico citado anteriormente, hace referencia a todo comportamiento, forma de ver, actuar y sentir, que, en sentido estricto es exterior a la conciencia.
Esto quiere decir que la sociedad es un conjunto de personas que comienza a replicar un tipo de comportamiento y es necesario valorar e identificar los factores que orillan a que las personas tomen decisiones, dejando un poco de lado a los individuos, para comprender comportamientos generales.
Durkheim señaló cuatro tipos de suicidios por defecto patológico y de integración social.
Al primero lo llamó egoísta, en esta categoría ubicó a las personas que están o se sienten solas, que no tienen una vinculación o integración social lo suficientemente sólida para generar condiciones sociales que identifiquen al individuo en un grupo y le dé sentido a su vida.
Por lo general la persona presenta desánimo y tristeza, razón por lo que destacó que, es en las sociedades más individualistas donde se favorece este tipo de suicidio. Por ejemplo, mencionó que el índice de suicidio entre casados y personas con hijos es mucho menor comparado con el índice de personas que toman esta decisión estando viudas, solteras o que viven sin acompañamiento.
En este sentido, y como ejemplo actual, podría hablarse de la sociedad sueca un lugar en donde no existe la pobreza, pero las personas viven tan distantes unas de las otras que los servicios médicos han tardado años, incluso, en notar a los inquilinos que fallecieron.
Es solo mediante el olor que se extiende a lo largo de los edificios la manera en que los vecinos logran detectar que alguien murió. Esto se puede observar en el documental: la teoría sueca del amor.
En la segunda categoría está el exceso patológico de integración, esto es, cuando una persona se siente demasiado vinculada con un grupo sectario, lo que lo lleva a ser capaz de dar su vida por una causa de tipo altruista.
El tercero relevante es el anómico, dicha palabra hace referencia a un individuo que no encuentra sentido a su vida y que además, identifica que las reglas que norman su vida, carecen de estructura y lo conduce a un conflicto interno.
Claro ejemplo de este tipo de suicidio es una gran crisis económica, la presencia de una guerra, porque no hay norma ni vigencia. O también cuando la vida de la persona cambia radicalmente perdiendo estabilidad.
La última de estas categorías, la denominó: fatalista pues tiene qué ver cuando la persona siente que su vida está totalmente condicionada, que no tiene libertad o que existe un exceso de regulación social.
Las explicaciones sociológicas tienen ciertas limitantes, pero ayudan en gran medida a entender las estructuras y las redes que conllevan a comportamientos generales y que se deben hablar, sobre todo para fomentar medidas de apoyo.
Finalmente, los hechos sociales son observables y calculables, por ello, se dice que forman estructuras.
@jannethdzcolin
Comments